“La derecha que hizo política desde la oposición al segundo gobierno de Michelle Bachelet enfrentó de modo casi unánime el aborto y el proyecto de identidad de género. Se opuso muy fuertemente a las iniciativas que atentaban contra la libertad de enseñanza y que deterioraban la sociedad civil. Fue una derecha que se preocupó, en alguna medida, de las convicciones y de los principios. Se escribieron libros y manifiestos al respecto. ¿Qué hizo que todo esto de pronto se esfumara? Todo indica que Piñera silenció estos esfuerzos una vez que llegó a la presidencia. Los acalló, pues su gobierno es un gobierno que carece, precisamente, de convicciones. Si por un momento –breve, pero importante– lo que pareció unir a la derecha fueron los principios, todo esto fue olvidado, porque con Piñera al mando lo que verdaderamente une es el poder”, señaló en la columna que los invitamos a leer en este enlace.