“Lo fundamental, sobre todo en el contexto actual, es recordar que nuestra sociedad es una realidad que solo puede sobrevivir como comunidad, es decir, como acción común, en la medida en que todos pongamos de nuestra parte. Las instituciones son cruciales para todo orden social, pero antes que ellas se encuentra la cuestión más fundamental de que todos, con la conciencia de la propia imperfección, busquemos superarnos cada día en la situación particular en la que nos encontremos, procurando con ello el bien de nuestra sociedad (el bien común), que es aquello que le da su sentido. En otras palabras, la humanización de la política implica asumir el desafío de convertirnos en verdaderos ciudadanos”, planteó el profesor de Derecho Administrativo de la Universidad Finis Terrae, en columna que invitamos a leer en este enlace.