Pueden leer la carta completa a continuación:
Discurso
Señor Director:
El principal destinatario del discurso de los convencionales debe ser, por encima de la opinión pública, otro convencional que piensa diferente. Lo anterior supone, lógicamente, que los convencionales no cedan a la tentación de la popularidad (efímera) de las redes sociales y las encuestas; tentación que tiene capturados a muchos de nuestros políticos.
Sin un diálogo auténtico, sincero y riguroso entre los convencionales, cuyo objetivo sea acordar posiciones a fin de proponer un texto constitucional que considere el bien de la sociedad en su conjunto, la Convención corre el serio riesgo de fracasar en su encargo. La demagogia, en efecto constituye uno de los principales enemigos del proceso constituyente.