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Profesora Macarena Diez es aceptada en la Asociación Chilena de Derecho Constitucional

A sus 32 años, la profesora de Litigación Constitucional y Derecho Político de la U. Finis Terrae, se convirtió en la mujer más joven en ser parte de la prestigiosa organización.

Profesora Macarena Diez es aceptada en la Asociación Chilena de Derecho Constitucional

Durante los últimos 14 años de su vida, la abogada y académica Macarena Diez Pallamar ha estado ligada directamente a la Universidad Finis Terrae en diversos roles: primero como alumna de nuestra Universidad, luego como ayudante durante ocho años de la cátedra de Derecho Constitucional y posteriormente de Litigación Constitucional, ambas cátedras impartidas por el destacado profesor y exministro del Tribunal Constitucional, Enrique Navarro Beltrán, para luego asumir el cargo de secretaria de redacción y coordinadora de la Revista de Derecho de la Universidad Finis Terrae, además de asistente de Investigación del Centro de Investigaciones y Publicaciones de la misma casa de estudios, pasando a ser parte del equipo académico titular de la Facultad de Derecho en 2019. Una relación que partió en 2006, con la profesora Diez como estudiante de la carrera de Teatro, quien luego de inscribirse en un curso optativo de derecho, descubrió dos de las pasiones que actualmente la impulsan: el derecho público y la enseñanza de conocimientos jurídicos.

Cuando uno es profesora, más aún de alumnos y alumnas de primer año, sirve mucho el teatro. Te da herramientas para enfrentar un público –que en este caso son los estudiantes– y así poder entregar el contenido del curso de la mejor forma posible. Es importante dónde uno pone la mirada, saber cuáles son los puntos más fuertes a comunicar, y por sobre todo, tener una buena expresión corporal y oral al momento de impartir las clases. Todos esos insumos me las entregó la experiencia de haber estudiado la carrera de teatro”, señala sobre su particular historia.

“Integridad, exigencia y autonomía” son para la académica, los mayores aprendizajes que la U. Finis Terrae le ha entregado durante casi la mitad de su vida, en los diversos roles que ha desempeñado al interior de la Institución. Tres valores que la llevaron a coronar un destacado 2019 en el ámbito profesional: junto al inicio de sus cátedras de Litigación Constitucional y Derecho Político en la U. Finis Terrae, hizo además entrega oficial al Tribunal Constitucional –junto al Decano de la Facultad de Derecho Ignacio Covarrubias y a los académicos Enrique Navarro Beltrán y María Luisa Baltra– de la investigación “Jurisprudencia judicial sobre el Convenio 169 de los pueblos indígenas y tribales de países independientes”, en la que tuvo un importante rol de colaboración y redacción. Además, a finales de ese mismo año, la profesora Diez, fue evaluada con nota máxima en su examen de titulación del LLM-Magíster en Derecho mención Regulatorio de la Pontificia Universidad Católica de Chile y se convirtió en uno de los miembros más jóvenes en ser aceptados en la Asociación Chilena de Derecho Constitucional.

 

¿Cuál es la importancia de ser aceptada en esa organización?

–Es un gran honor. Es la oportunidad de compartir un espacio común con destacados profesionales y académicos de gran trayectoria e importancia a nivel nacional, así como también, poder participar en actividades y exposiciones relacionadas con el derecho público y en particular con el derecho constitucional en todo el país. La asociación está constantemente participando, patrocinando y generando diversas actividades de gran interés académico, donde uno de los ejes fundamentales es fomentar el estudio del derecho constitucional. Es por eso, que la Asociación produce encuentros muy ricos en cuanto a conocimiento, argumentación, variedad de visiones y debates constantes, más aún en un momento tan crucial como el actual, donde no solamente participamos en encuentros académicos universitarios, sino que también en exposiciones, cabildos ciudadanos, conversatorios y encuentros en colegios. Ser miembro de la asociación permite, en la actualidad, participar y contribuir en un momento histórico para todo Chile.

 

¿Cuáles son las principales dudas que se repiten en estos encuentros de los ciudadanos más ajenos a temas jurídicos, con respecto al proceso constituyente iniciado en el país?

 –Las preguntas más recurrentes son, a modo ejemplar, ¿por qué es tan importante una Constitución? ¿Se pueden efectivamente garantizar todos los derechos? ¿Vale la pena tener una nueva Constitución? ¿Es importante cambiarla desde cero o solamente reformarla? ¿Cuáles son los mecanismos para cambiarla? ¿Cuál es el mejor mecanismo para hacerlo? Existe una responsabilidad de responder de forma correcta cada una de esas preguntas y no generar una expectativa exagerada sobre la materia.

 

A su juicio, ¿cómo este repentino interés de la ciudadanía hacia temas constitucionales potencia a la academia?

–La potencia absolutamente. Primero, porque el derecho constitucional es una disciplina que no era tan conocida para las personas en general, a pesar de ser uno de los pilares fundamentales de la ciencia del derecho. Segundo, porque estamos viviendo un momento histórico que debemos aprovechar como país, y desde nuestra disciplina tenemos un rol activo fundamental. Y finalmente, que la ciudadanía tenga el interés de conocer estos temas resulta sumamente enriquecedor, más aún cuando se trata de una materia tan relevante para cualquier país. Actualmente, las personas tienen inquietud de aprender y ello genera instancias súper interesantes. A veces también buscan escuchar tu opinión. Y si bien uno tiene su visión personal, para mí, el rol de una académica es informar y enseñar para que cada uno de los asistentes pueda desarrollar su propia opinión. Creo que en estas instancias, se debe ser sumamente responsable imparcial y objetiva con la historia constitucional y la realidad jurídica de nuestro país. Más aún cuando se tomarán decisiones tan importantes.

 

¿Por qué decidió estudiar derecho?

–Antes estudié teatro, acá en la Universidad Finis Terrae, carrera que cursé hasta su tercer año. Paralelamente tomé un par de ramos optativos de derecho, pues siempre fue una opción, en los que me fue bastante bien, y descubrí que desde ahí se podrían hacer cambios significativos a nivel jurídico-social. Eso, sumado a mis inquietudes por el servicio público, por aportar al país desde una vereda más jurídica y por las ganas de superar las injusticias, decidí entrar a derecho. Me atrajo que es una rama que te brinda conocimientos amplios, sociales, políticos e incluso económicos. Es una carrera que te permite ejercer de diversas formas, con un amplio campo laboral y posibilidades para desarrollarte en el área en que uno se especializa.

 

¿Cómo alumna, qué fue lo que encontró en la Universidad Finis Terrae?

 –Una educación personalizada y un cuerpo académico de excelencia compuesto por ministros o ex ministros del Tribunal Constitucional, de la Corte de Apelaciones, de la Corte Suprema, abogados integrantes, además de excelentes litigantes e investigadores, entre otros, junto a la posibilidad de poder especializarse en el área de empresas, judicial o derecho público, todas cosas que agradecí como alumna. Además, hay un tema de valor social que tiene la universidad, que desde su creación ha tenido como objeto entregar, lo que se reafirma al ser una de las pocas universidades privadas suscrita a la gratuidad. Eso dice mucho, no cualquier universidad toma una decisión como esa, lo que por sí mismo ya le entrega a la Universidad Finis Terrae un rol súper importante.

 

 ¿En qué momento decidió ser académica?

 –Uno va pasando etapas y luego de ser ocho años ayudante de Derecho Constitucional y posteriormente de Litigación Constitucional, lo siguiente era ser académica. Una oportunidad que uno se gana con trabajo, esfuerzo, responsabilidad, dedicación y sobre todo, la buena evaluación de los alumnos, que es algo muy importante. Tener empatía con ellos y que comprendan y se interesen por el contenido que tú estás enseñando es fundamental. Finalmente se trata de transmitir la pasión que uno tiene por el derecho, algo que creo he podido lograr. Me siento muy feliz y agradecida de tener la oportunidad de retribuir en algo las enseñanzas que esta universidad me ha entregado y de hacer una de las cosas que más me apasionan.

 

En su experiencia como alumna de dos carreras en la U. Finis Terrae, además de ayudante, investigadora, egresada y hoy académica, ¿qué es lo más valioso que le ha entregado en su formación nuestra universidad?

–Integridad, exigencia y autonomía. La U. Finis Terrae no sólo me ha entregado herramientas académicas para poder desenvolverme laboralmente, sino que herramientas valóricas y sociales como la responsabilidad, la solidaridad, el compromiso y el amor por lo que uno hace. Es sumamente gratificante además, escuchar que el medio tiene una opinión tan positiva del alumnado y de los académicos y académicas de nuestra universidad. No puedo dejar de señalar también, que me entregó amistades y la posibilidad de relacionarme con un cuerpo académico y administrativo extraordinario.


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Miércoles, 15 Enero 2020